A 4 años, nadie investiga la desaparición de los pescadores

Se cumplieron cuatro años de la ausencia de los pescadores Félix Maldonado y Roberto Godoy, en La Paz. A pocos les preocupa el destino de los paceños.

Más que un misterio, es un caso que nadie se atrevió a resolver. Una investigación errática y hace mucho tiempo paralizada, deja sin respuestas a las familias de dos pescadores de la ciudad de La Paz que el 6 de julio de 2017 salieron a trabajar al río y nunca más regresaron. La hipótesis de un doble homicidio se acentuó a partir de las sospechas contra el dueño de una isla, pero testimonios zigzagueantes y contradictorios empantanaron cualquier posibilidad de avanzar esa línea. Cuatro años después, el silencio y la inacción del Estado frente a uno de los sucesos más graves ocurridos en esta zona del norte de la provincia deja a muchas personas con vínculos de familia y amistad con Roberto Godoy y Félix Maldonado, en el dolor de una espera eterna.

Un sobrino de Godoy escribió un mensaje que expresa el sentimiento de toda la familia, en este triste aniversario: “Se cumplen cuatro malditos años de tu partida, que no sabemos nada de vos. Lo único que nos quedó es tenerte presente siempre con nosotros, donde quieras que estés todos te extrañamos, no te olvidamos, porque eras una exelente persona, eras un hombre humilde con un corazón grande que siempre estabas al pendiente de nosotros. Jamás se te cruzó por la cabeza hacer maldad a una persona, porque eras un hombre bueno. Cuatro años de la última vez que te vimos, siempre estás presente en nuestros corazones. Cuando la vida te separa de un ser querido, el recuerdo de su sonrisa es la mejor manera de seguir adelante. Te extrañamos tío Rober, dónde quieras que estés, jamás serás olvidado”.

Como ha informado UNO desde el inicio de este caso, la causa está a cargo del fiscal Facundo Barbosa, quien ahora está a la espera el tratamiento de su pliego en el Senado para ser desingado como fiscal de Gualeguay. No hay imputados y el expediente no se ha movido lo suficiente en mucho tiempo. No hay testigos presenciales de lo que les pudo haber ocurrido a los pescadores, pero los indicios apuntan a la participación de terceros en la desaparición. Asimismo, hay testimonios que sembraron las dudas sobre algunas personas, principalmente sobre el dueño de una isla.

Las familias de las víctimas aseguran desde los primeros días tras la desaparición que “hay mucha gente que sabe lo que pasó, pero no quieren hablar”.

Godoy y Maldonado salieron en la canoa del primero a pescar, y dijeron que volvían esa noche, pero no regresaron nunca más. Tras la denuncia, la búsqueda se extendió en toda la zona del Paraná cercana a La Paz, con Prefectura, policías y allegados a los desaparecidos en sus embarcaciones particulares. Unos días después hallaron la canoa y se descartó la hipótesis del extravío y el accidente náutico: estaba sumergida en la isla inundada y amarrada a un árbol, con algunas pertenencias. El nudo de la soga fue hecho por otra persona, según un testigo que sabe que ellos lo hacían diferente.

Luego se supo que un par de meses antes, el puestero de una isla habría amenazado a Maldonado en su casa: “No aparezcan más porque la próxima los fondeamos”. Los acusaban de las carneadas de animales. Todos apuntaban al dueño de esa isla, que nunca fue citado en la causa. Además, apareció otro testigo clave. Un isleño del barrio Puerto Márquez que dijo haber visto una circunstancia extraña: el dueño de la isla en una lancha que llevaba a tiro una canoa, pero no convenció al fiscal.

Las expectativas de esclarecimiento del hecho son escasas y muchos lamentan que el caso no haya causado preocupación alguna en las autoridades ni pedidos de informes sobre la desaparición de dos entrerrianos. A nadie más que a los paceños allegados a las víctimas, les preocupó ni les preocupa semejante suceso

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