Siempre junto a vos
Si hay algo que no falta en nuestro país son paisajes impactantes y localidades mágicas. Sin embargo, siempre es válido celebrar el orgullo de saber que un pueblo de nuestro territorio está seleccionado en un top mundial.
Iruya es el maravilloso y encantador pueblito argentino que fue elegido entre los 50 más lindos del mundo. La selección fue realizada por la reconocida guía Condé Nast Traveler. La publicación que destaca este punto místico como uno de los más bellos, fue titulada ‘The 50 Most Beautiful Small Towns in the World‘ (Los 50 pueblos pequeños más bonitos del mundo). En la nota se presentan lugares que van desde Brasil hasta Japón, ya que se trata de localidades con «lugareños amigables, hoteles boutique y encanto antiguo».
Esta pequeña porción de territorio que enamora a cada visitante, se ubica a 307 km de la capital salteña y cuenta con 1523 habitantes. Históricamente, es área de disputa entre provincias, ya que solo se accede mediante una ruta que pertenece a Jujuy, pero se encuentra ubicado en el territorio político de Salta. Más allá de este debate, lo que hace que este pueblo sea elegido entre miles en el mundo es su belleza. Por eso, te contamos algunas curiosidades sobre Iruya:
Las casas de Iruya están construidas a base de paja, adobe y piedra. Se trata de edificaciones con al menos 200 años de construcción. Todas sus calles son empedradas, lo que le da el toque perfecto, además de ser muy angostas e inclinadas. Por otra parte, en sus cercanías, se encuentran las ruinas de Titiconte, que son unas de las primeras edificaciones de la provincia y presentan un atractivo inolvidable.
Iruya se encuentra en las alturas: a 2780 metros sobre el nivel del mar. En medio de montañas y paisajes impactantes se erige este pueblito llamativo y acogedor. Debido a su altura, da la sensación de ser un spot suspendido en el espacio y tiempo. Además se trata de un pueblo rodeado por dos grandes ríos: el Colanzulí y el Milmahuasi. Por eso, se pueden encontrar varias quebradas a su alrededor.
La fecha oficial de fundación de Iruya data del año 1753. A pesar de esto, existen registros en la parroquia Humahuaca que afirman que antes de esta fecha ya había habitantes en el lugar. De hecho, se cree que los primeros habitantes de este lugar pertenecían a una de las cuatro regiones del imperio incaico, llamado Tahuantinsuyo. Sus antecedentes se remontan a los ocloyas y a la etnia kolla.
Ya más adelante, el 18 de febrero de 1995 Iruya fue declarado Lugar Histórico Nacional, por decreto del gobierno argentino.
Se cree que los habitantes le colocaron este nombre porque al llegar a la montaña consiguieron altos pastos. Su nombre vendría de un arbusto de la zona llamado “iru” o “iro”, que en la lengua aymará significa: “urga”: cara, “iru”: paja, “cara de paja”, o también “yoc”: abunda; “lugar donde abunda la paja», o una traducción que podría funcionar también es “lugar de los pastos altos».
Iruya es uno de los pueblos indígenas más visitados en Argentina. Se estima que anualmente recibe hasta 5000 turistas. Por eso, el pueblo propone varias actividades: cabalgatas, trekking o caminatas guiadas. También se llevan a cabo festividades originales como la fiesta de la Virgen del Rosario, la fiesta en honor a San Roque, y la Celebración de la Pachamama y San Ramón.
Este pueblo no solo es inspirador, sino que también cuenta con prácticas culturales y artísticas propias. Por ejemplo, la danza cachis, un baile típico en el que un grupo de personas disfrazadas y con máscaras realizan una interpretación de la lucha entre el bien y el mal.
Además, cuando se realizan actividades religiosas o ceremonias, los lugareños musicalizan sus momentos especiales con instrumentos autóctonos como cajas, quenas y sikus. Iruya es un pueblo con su propia música y que inspira a los demás. Se trata de una localidad que funciona como musa de innumerables artistas, entre ellos, Perotá Chingo, un dueto musical que le dedicó una canción titulada “Anhelando Iruya” que reza:
Escondida en la quebrada
Tu capilla te delata
Y un pueblito ahí, de repente
Agradezco tu montaña
Tu sonrisa, tu mañana
Y el río grande
Vos pintaste mis pupilas
Con los colores de la vida
Y la humildad de tu gente
Este pueblito mágico te espera, para inspirarte y sorprenderte.
Fuente: SerArgentino